Sonido de abedules. La música cercada por los arcos de la lluvia. Antorchas de centeno
crepitan en la noche. Cuando enterrar a un niño es tarea clandestina. El ritmo de
nuestra soledad lo saben únicamente las lechuzas. Los arados desentierran otros
dioses. A veces nos ponemos los rostros de los sueños para poder hablar con los
fantasmas. La lengua del arroyo también tiene sonidos desgarrados. Balidos de
rebaños persisten en la niebla.
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